Transcurrido más de un año desde el inicio de la pandemia, se hace cada vez más patente que la crisis sanitaria ha puesto en evidencia problemas que son estructurales a nuestro ordenamiento social, siendo la educación uno de ellos.
El 2021 comenzó arrastrando los descontentos de una comunidad educativa que durante todo 2020 advirtió cómo la denominada “Educación en línea” era ilusoria en un país donde el acceso a internet, a dispositivos tecnológicos y a condiciones materiales mínimas para el aprendizaje en línea no están garantizados. En efecto, el primer informe de la encuesta “Experiencias educativas en casa de niñas y niños durante la pandemia” indica que, mientras en establecimientos privados 8 de cada 10 estudiantes tiene clases online diariamente, sólo 3 de cada 10 lo hacen en establecimientos municipales.
En la compleja tarea de dar continuidad a la labor pedagógica, las comunidades docentes han ido poniendo de manifiesto que la crisis educativa no se acaba con la desigualdad en el acceso, sino que involucra una serie de otros aspectos: formativos, curriculares, didácticos y emocionales, todo esto en un contexto fuertemente mediado por tecnologías digitales. Sin embargo, paralelo a la manifestación de complejas necesidades educativas, se han ido desarrollando estrategias para dar respuesta a los desafíos que la virtualidad obligatoria impone.
¿Desde dónde surgen estas iniciativas? Lo cierto es que la gran mayoría de ellas han provenido desde las propias comunidades docentes. Así, en el intercambio cotidiano de experiencias, sentires e ideas y en la vinculación con organizaciones de la sociedad civil, las comunidades escolares han ido readecuándose -y repensándose- sobre la marcha. Parece ser que la crisis está movilizando la búsqueda colectiva de soluciones, y proyectos de conocimiento abierto como los gestionados por Fundación Wikimedia -organización que promueve el uso de Wikipedia y otros proyectos colaborativos en internet- tienen un enorme potencial al trabajar con docentes y estudiantes.
El informe “Docencia durante la crisis sanitaria: la mirada de los docentes” publicado en mayo del año pasado revela algunas de las principales necesidades educativas desde la perspectiva del profesorado, siendo una de las más mencionada el “contar con orientaciones y criterios para hacer adecuaciones curriculares y participar de acciones formativas relacionadas con estrategias pedagógicas para enseñar a distancia”.
¿Qué pueden aportar los proyectos Wikimedia a esto? Una primera línea de acción es dar a conocer herramientas de libre acceso y generar instancias formativas orientadas a capacitar a las personas para su uso, ya que, en un contexto de desigualdad, plataformas como Wikipedia, Wikimedia Commons y Wikisource, pueden contribuir a democratizar el acceso a la información y difundir el patrimonio gestionado por diversas instituciones culturales; cosa similar ocurre con los recursos educativos abiertos, recopilados y difundidos en las plataformas Wikimedia, que son grandes aportes a la libre circulación de material educativo en entornos virtuales.
En segundo lugar, los principios de colaboración y participación que sustentan el movimiento Wikimedia se encuentran en sintonía con la necesidad de una formación docente colaborativa, dirigida a la socialización de experiencias y a la formulación conjunta de estrategias pedagógicas situadas; el sin número de conversatorios, seminarios, talleres y cursos organizados por las comunidades Wikimedia en los diferentes territorios, como el caso de Chile, por ejemplo, son un terreno fértil para dicho propósito.
Finalmente, una cuestión que preocupa al profesorado son las dinámicas de consumo de información de sus estudiantes, ya que como se señala en la encuesta “Participación, jóvenes y consumo de medios” realizada por la Escuela de Periodismo de la UDP, el 80% de las y los jóvenes confía en redes sociales como principal medio para informarse, mientras que ese mismo porcentaje ingresa solo al primer enlace que aparece en una búsqueda en Internet. La comunidad Wikimedia se ha hecho cargo de esta problemática, desarrollando proyectos que buscan tanto formar a los usuarios de Wikipedia para verificar la información que encuentran en la enciclopedia, o incluso creando herramientas digitales para identificar fuentes poco confiables y erradicarlas de los proyectos Wikimedia.
En el caso nacional, Wikimedia Chile también ha asumido el desafío de involucrarse en la formación de usuarios y usuarias críticos de Internet, y en el acompañamiento de la comunidad educativa en ese camino. En este contexto, nuestro curso virtual y gratuito “Wikipedia en el Aula: herramientas para una ciudadanía crítica” es una provechosa instancia para que docentes de Enseñanza Media puedan formarse en habilidades digitales que ayuden a disminuir las ya conocidas desigualdades educativas, además de fomentar habilidades de lectura crítica, investigación, colaboración y comunicación con sus estudiantes, usando una plataforma libre, en línea y ya instalada en nuestro uso cotidiano.
Si hay algo provechoso que podemos vislumbrar en un contexto tan complejo como el actual es que la colaboración se vuelve el camino indispensable para transitar la crisis. Así pues, frente al discurso automático de que “la educación digital llegó para quedarse” es preferible detenerse un momento a pensar en conjunto el sentido pedagógico que queremos darle a las tecnologías y los usos que buscamos promover con miras a hacer de la educación una experiencia más democrática y liberadora.
por Rocío Aravena Villarroel,
Encargada del Programa de Educación y Alfabetización digital de Wikimedia Chile